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martes, 29 de noviembre de 2016

LA ESCUELA DE MILÁN


LA ESCUELA DE MILÁN

REPRESENTANTES: Mara Selvini Palazzoli, Giuliana Prata, Gianfranco Cecchin, y Luigi Boscolo

 


POSTULADOS PRINCIPALES DE CADA REPRESENTANTE:
Los anteriores representantes trabajaron grupalmente en trabajos y tesis. En estos describen la entrevista como proceso de contratación de hipótesis clínicas de tipo relacional sistémico.

Algunos de ellos llegan a suponer una evolución hacia el constructivismo, fruto de una reflexión epistemológica sobre el papel del observador, y su posibilidad de intervenir y generar cambio. Llegan a presentar un nuevo concepto sistémico y relacional, el de juego familiar, que constituye una verdadera aportación, muy ligada a la práctica clínica, al marco conceptual sistémico.

La connotación positiva consiste en atribuir un significado positivo a la conducta problema o síntoma (a menudo en términos de generoso sacrificio) y del contexto relacional donde adquiere su funcionalidad, especificando la contribución de cada uno de sus miembros a la pauta circular. (Feixas, Muñoz, Compañ, & Montesano, 2016)

Su punto de partida son los trabajos de Bateson, y el grupo de Palo Alto, con su enfoque comunicacional cibernético Þ Familia como un sistema cibernético autorregulado, en el que todos sus elementos están interconectados y donde el problema que se presenta cumple una determinada función, dentro de la lógica interna del sistema. Este equipo, se ha definido más como un centro de investigación del proceso terapéutico, que como un centro terapéutico.

La principal característica de ésta escuela es su adecuación para el tratamiento de familias con organización muy rígida ("transacción psicótica").

La aplicación de sus tratamientos se ha dado sobre todo en 2 trastornos: la anorexia y los trastornos psicóticos.

Interés en el estudio de los derivantes y de su vinculación con el sistema.

DESCRIPCIÓN DE PROCESO DE ATENCIÓN
Los pacientes que tratan en este formato familiar son los más graves: trastornos alimentarios y psicóticos.

Desde el mismo contacto para la petición de consulta, se comienza a recoger información para elaborar una hipótesis circular, que contiene información de la función, que para cada miembro de la familia, cumple el síntoma del paciente. Esta hipótesis inicial se revisa en el transcurso de la sesión: las preguntas del terapeuta van dirigidas a confirmar o refutar la hipótesis inicial.

El uso del espejo unidireccional permite asegurar la neutralidad del terapeuta respecto de la familia, además de suponer el mantenimiento de una "metaposición" con respecto a la familia (posición de experto).

Una de las intervenciones que siguen a la pausa de la sesión es la de la connotación positiva del síntoma y del contexto relacional sonde adquiere su funcionalidad. Esta intervención sienta las bases para la prescripción paradójica: Si lo que está pasando en la actualidad tiene un valor positivo, mejor no cambiar y persistir con los síntomas. Esta modalidad de terapia trabaja con un contrato de 10 sesiones, con un intervalo mensual, para dar tiempo a la familia a digerir el input provocativo del equipo.

Las intervenciones sistémicas, no pretenden modificar directamente las conductas problemáticas, sino los parámetros de los cuales, la conducta disfuncional es parte integrante, por lo que, la evaluación de éstos parámetros es crucial. La evaluación parte del supuesto de que la conducta disfuncional es una expresión de patrones de interacción interpersonal disfuncionales. En general, estos tratamientos suelen tener un número reducido y limitado de sesiones: no suelen ser más de 20 y su frecuencia es variable. La duración global del tratamiento no suele exceder los 2 años.

Referencias bibliográficas

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